Una nueva investigación realizada por los científicos de la Universidad George Mason, Fairfax, Virginia, Estados Unidos, sugiere que en un asentamiento en Marte podría comenzar con mucho menos humanos de lo previsto y analizó los tipos de personalidad que se adaptarían mejor a este estancia prolongada en el lugar.
El principal objetivo de la investigación era responder a una serie de incógnitas como: ¿Qué condiciones se necesitan para mantener un puesto avanzado estable en Marte?; ¿Qué combinación de tipos de personalidad funcionaría mejor en este entorno hostil?; ¿Cuántos recursos se necesitan para dos años entre reabastecimientos y suponiendo accidentes ocasionales?
Con este objetivo en mente, el estudio develó que se necesitan menos de dos docenas de personas para comenzar un futuro asentamiento en el planeta rojo. "A partir de nuestras múltiples simulaciones y escenarios (hasta 28 años terrestres), descubrimos que una población inicial de 22 era el mínimo requerido para mantener un tamaño de asentamiento viable a largo plazo", escribieron los autores en un artículo que detalla los hallazgos publicado en el sitio de investigación arXiv.
¿Un asentamiento humano en Marte?
Para lograr una respuesta a las preguntas planteadas, el equipo empleó un enfoque de modelado por computadora llamado simulación basado en agentes (ABM). Estos se usan comúnmente para estudiar las interacciones entre personas y distintos entornos a lo largo del tiempo.
Además, los investigadores consideraron datos sobre grupos de humanos en situaciones de alto estrés, incluso a bordo de la Estación Espacial Internacional (ISS). El fin era probar la cantidad mínima de personas necesarias para mantener en funcionamiento un asentamiento en Marte durante casi tres décadas.
El modelo utilizado partía con el supuesto de que el asentamiento ya se había construido y que los alimentos, el aire y el agua se estaban produciendo in situ. Además, contaba con un generador nuclear establecido que tiene una fuente constante de electricidad por un mínimo de siete años. El propósito de este asentamiento simulado es extraer minerales del Planeta Rojo para enviarlos de vuelta a la Tierra.
Al realizar la prueba cinco veces durante 28 años, los tamaños de población de los puestos de avanzada se variaron de 10 a 170 personas. Además de descubrir que una base en Marte podría funcionar durante largos períodos con sólo 22 personas, el equipo determinó que el asentamiento podría sobrevivir si su población cayera a 10 colonos, pero sólo si se reconstruía en un plazo de un año y medio, que era el tiempo que transcurrió la simulación entre misiones de suministro desde la Tierra.
¿Qué tipo de personalidades funcionarían mejor en Marte?
Para realizar el estudio, los investigadores tomaron cuatro tipos de personas que tienen diferentes grados de ambición y competitividad: agradables, sociales, reactivos y neuróticos.
El equipo definió a los agradables como "individuos con el grado más bajo de competitividad, baja agresividad y no obsesionados con rutinas estrictas", en tanto los sociales eran "individuos con un grado medio de competitividad, extrovertidos, que requieren interacción social, pero no están obsesionados con rutinas estrictas".
"Las personas con un grado medio de competitividad y orientación interpersonal competitiva y que están obsesionadas con rutinas estrictas” fueron clasificadas como reactivas y los neuróticos fueron definidos como "individuos con un alto grado de competitividad, características interpersonales altamente agresivas y capacidad desafiada para adaptarse al aburrimiento o al cambio de rutina”.
En todas las pruebas, los investigadores señalaron que los tipos agradables fueron los únicos colonos de Marte que duraron la totalidad de la misión. "El estrés causado por los accidentes, así como por la interacción con otros colonos, pasa factura, y los tipos de personalidad agradables se evaluaron como los más duraderos a largo plazo, mientras que los neuróticos mostraron una menor capacidad de adaptación", indicaron.
El equipo dijo que su investigación "demuestra que el éxito psicológico individual y de equipo en entornos extremos puede atribuirse en términos generales a la capacidad de afrontamiento, que definimos como la capacidad de las personas, organizaciones y sistemas, utilizando las habilidades y recursos disponibles, para gestionar condiciones adversas, riesgos o desastres".